Por Rosa Campusano
Una sonrisa, un trato digno, dedicación, servir desde el amor y, sobre todo, con humildad, son las cualidades que acompañan el trabajo de servicio que realiza el señor Obispo Félix desde su llegada al Instituto Politécnico Loyola en 1982 con tan solo 23 años, y hoy, más de cuatro décadas después, continúa sirviendo con el mismo trato de siempre.